domingo, 13 de diciembre de 2009

PROYECTO DE MONUMENTO: DESPERTAR



El proyecto escultórico se trata de la representación de una figura humana alegórica a la eternidad del presente. Un planteamiento profundo de los conceptos de espacio-tiempo que desde tiempos inmemorables han derivado en múltiples manifestaciones de muy diversos ámbitos artísticos, filosóficos y matemáticos entre otros.

La interpretación en bronce de una persona madura, con unas dimensiones de casi tres metros de altura, la cual se muestra sobre un prisma vertical revestido de mármol y manifestando el conjunto una tensión desmesurada.

La disposición de las formas escapa por puntos muy acentuados, mostrando una posición con cierta inestabilidad incluso vertiginosa. La rabia con la que se encierra en sí mismo es desgarradora, apretando fuertemente sus brazos e invitando al espectador a preguntarse el porque de una situación que no tiene respuestas.

Una obra abierta a cualquier interpretación: ¿el despertar del presente?

Para el modelado en arcilla de la figura se elaborará una estructura de hierro, obteniendo los volúmenes principales gracias a la fijación de una malla metálica. Todo el conjunto permanecerá soldado a un caballete giratorio que permitirá el posterior moldeo con un elastómero de componentes tixotrópicos, que tras su catalizado, previa división de las piezas con láminas de aluminio, se dispondrán sucesivas capas de escayola, fibra y tubos de hierro para así conformar placas lo suficientemente fieles al modelo original y sólidas, para luego desmoldar, obtener copias en cera del modelo original y someterlas a los procesos necesarios para el moldeo a la arena y cera perdida respectivamente. Una vez fundidas las placas de bronce con aproximadamente cinco milímetros de espesor, se repasarán y soldarán entre sí, suavizando y cincelando las uniones hasta apreciar la continuidad de las formas y superficies. Tres barras redondas roscadas de acero con treinta y cinco milímetros de diámetro y trescientos de largo se soldarán en la base inferior de la escultura, necesarias para su posterior anclaje.

Toda la escultura se someterá a un proceso abrasivo en superficie mediante chorro de arena, favoreciendo la aplicación de “ebonol” en caliente, así como sales de amoniaco en frío, resaltando los volúmenes tras la retirada superficial de las tonalidades generadas. Conseguida la pátina deseada se procederá al encerado y bruñido de la misma.

Para la realización de la base de apoyo del monumento se hará una zapata de cuarenta y cinco centímetros de profundidad, colocando una parrilla de hierro y posterior hormigonado. Alzando ésta con bloques de hormigón de cuarenta por veinte centímetros, colocándolos boca arriba y macizándolos de hormigón armado. En la parte superior se realizará un suelo con otra parrilla de hierro y hormigonando igualmente con una altura de treinta centímetros. Toda la superficie estará revestida con placas de mármol pulimentado de Sierra Elvira con veinte milímetros de grosor.

El anclaje de la escultura consistirá en la realización de tres perforaciones de cuarenta milímetros de diámetro por trescientos cincuenta milímetros de profundidad en la cara superior de la base de apoyo, los huecos serán rellenados con resina epoxi, garantizando la sujeción de las barras roscadas de la escultura.

Finalmente, gracias a las cualidades materiales del bronce y todos los elementos que conforman el proyecto escultórico no requieren necesidades para su conservación.